El ahumador es una de las herramientas básicas para el apicultor, su encendido y correcto uso es fundamental.
¿Qué es?
El ahumador se usa para producir humo, que causa que las abejas coman miel, reduciendo la tendencia a volar y picar.
El humo también les causa huir del sitio donde el apicultor está trabajando.
El ahumador consiste de un depósito cilíndrico para el combustible con una reja para contener el material ardiente, una extremidad para dirigir el humo, y un fuelle.
El depósito debe cargar suficiente leña para no tener que ser llenado frecuentemente durante las operaciones.
El combustible
El combustible ideal para el ahumador es uno que se mantiene prendido, se quema lentamente y produce un humo frío y blanco.
Según lo que haya disponible, cada apicultor tiene su combustible de preferencia.
Algunos materiales usados para combustible en ahumadores son corteza, sacos viejos de arpillera, pedazos de cartón, aserraduras, madera podrida y hoyas secas.
Si estos materiales están un poco húmedos, se consumen más despacio y producen un humo menos caliente y más claro.
Pedazos de leña y carbón producen demasiado calor.
La aserradura produce cenizas que se pueden introducir dentro de la colmena por la acción del fuelle.
Las cenizas pueden quemar las abejas y contaminar la miel.
Materiales sintéticos y productos petroleros no se deben usar porque producen un humo oscuro e irritante.
El esfuerzo de prender bien un ahumador vale mucho cuando se está manejando las abejas.
Tener que parar la operación para encender de nuevo el ahumador es desventajoso y el no tener humo listo cuando se necesita puede producir picaduras innecesarias.
Cómo prender el ahumador:
- Arrugamos un pedazo de periódico, los prendemos, y metemos dentro del depósito. Nota: También se puede usar carbón o cenizas para prender el ahumador.
- Trabajamos el fuelle varias veces. Cuando salen llamas, añadimos poco a poco el combustible y continuamos trabajando con el fuelle.
- Cuando el combustible comienza a quemar, lentamente llenamos el depósito. Continuamos trabajando el fuelle hasta que el combustible se quede encendido. Nota: No compactar el combustible en el depósito porque así no se queda prendido.
- Cuando esté lleno el depósito, ponemos unas hojas verdes o hierba encima para refrescar el humo y entrapar las cenizas prendidas. Cerrar el ahumador.
- Trabajamos el fuelle periódicamente durante el trabajo en el apiario para que el ahumador se mantenga prendido.
El ahumador es el compañero constante del apicultor. Nunca debemos permitir que el combustible se consuma dentro del ahumador.
Si se vacía al terminar cada maniobra se evita daño al depósito por calor excesivo. (Tenga cuidado de no comenzar incendios con las cenizas del ahumador).
Tampoco dejaremos el ahumador fuera, expuesto a las lluvias.